sábado, 16 de enero de 2010

Salutación a la silla




¿Cuándo apareció la silla, su condición
de estatua terrestre, su sombra humana
y placentera para el regocijo del domingo
detrás de las ventanas,
y su saludo marino a las costas
que habrán visto el cansancio
de los náufragos de la semana?

En su leve figura se asemeja
a la bondad que entre sus brazos
concentra la firmeza perdurable
del roble o de la piedra
con la que fue forjada. Habla
como vocal despierta
de todos los pasados prisionera.

Salve a la silla de mi cansancio
y a la silla accidental que me desprecia
por ser yo la suma y su sentencia.

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