lunes, 28 de marzo de 2011

EL COLIMENSE CARLOS RAMÍREZ GANA PREMIO INTERNACIONAL DE ENSAYO, EN ESPAÑA

El poeta, ensayista y profesor colimense Carlos Ramírez Vuelvas acaba de ganar el Premio Internacional Caja Madrid 2011 de ensayo, con el libro Mexican drugs. Variables latinoamericanas al sistema cultural del narcotráfico, con el que se hizo acreedor a 15 mil euros y a la edición de libro por la prestigiada editorial Lengua de trapo.Ramírez Vuelvas compitió contra 37 ensayistas más, pero el jurado, que integraron Esperanza López Parada, Ricardo Menéndez y Julián Rodríguez, le dio el triunfo a él. Por su parte, la Caja Madrid es una entidad bancaria con más de 300 años de vida, en España, que en los últimos años se ha preocupado por apoyar proyectos sociales y premiar a jóvenes escritores de entre 18 y 35 años en las categorías de narrativa y ensayo.Carlos Ramírez (Colima, 1981), estudia el doctorado en literatura hispanoamericana por la Universidad Complutense de Madrid. Entre otros, ha escrito los poemarios Calíope y Brazo de sol. El nombre de su tesis de doctorado, que promete estar bastante extensa, es “La patria imaginada de la lengua española. La fundación del México literario en el Madrid finisecular (1878-1914)”.Sobre el premio, el poeta dijo en una entrevista vía correo electrónico, que le da la oportunidad “de colocar sobre la vitrina, para discutir críticamente en busca de respuestas urgentes, el doloroso tema del narcotráfico, de cómo se ha construido el concepto y de lo lamentable que ha sido para la cultura popular de Latinoamérica. Es claro que en ese sentido no hay ninguna novedad, pero sí una aportación a lo que debe considerarse una emergencia: reinterpretar el problema”.En la introducción de su libro dice que ese ensayo “se suma a la hipótesis de que el problema del narcotráfico no es exclusivo de una sociedad, sino de una temporalidad: el siglo XXI. En ningún otro periodo de la historia, el consumo ilegal de estupefacientes generó la violencia y la explosión económica de la actualidad, abismando las distancias entre las llamadas sociedades desarrolladas y subdesarrolladas (ubicadas como sociedades de narcotraficantes)”.Ramírez Vuelvas recibirá el premio el próximo 26 de mayo, en una ceremonia que se realizará en el centro cultural Casa Encendida de Madrid, España, y que será encabezada por el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, quien fuera director del Fondo Monetario Internacional.Carlos Ramírez es profesor-investigador de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima. FUENTE: Dirección General de Información (UdeC)

martes, 22 de marzo de 2011

Una reseña de Calíope baila con el poeta ebrio


El lenguaje desbordado en “Calíope baila con el poeta ebrio”, de Carlos Ramírez Vuelvas




Por Margarita Hernández


La poesía, por definición, sacude el lenguaje y la conciencia. Ya lo sentenciaba Arthur Rimbaud, uno de los escritores europeos más provocativos de su tiempo: “el poeta debe hacerse vidente a través de un razonado desarreglo de todos los sentidos”. Como resultado, su trabajo encarnaría una palabra renovada, llena de matices recobrados y resignificados, en los cuales se transparentaría una óptica distinta, capaz de evocar el aliento fundacional, tan asombrado como tempestuoso, que pervive en cada ser humano.


Estas premisas se encuentran presentes en Calíope baila con el poeta ebrio, un volumen de Carlos Ramírez Vuelvas publicado por el Instituto Mexiquense de Cultura e incluido en El Corazón y los Confines y la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario. Organizado en tres fragmentos temáticos –“El poeta ebrio”, “Otras tormentas de verano” y “Musa mata poeta” –, recurre a un lenguaje de gran intensidad, cimentado en la abundancia y la sensibilidad, para reflexionar alrededor del amor, el cuerpo femenino, la ensoñación, la propia poesía y algunas figuras relevantes de la literatura, la música y la cultura popular.


Así, con un aliento lejano a las convenciones, Ramírez Vuelvas propone auténticos diluvios verbales, en los cuales la expresividad se concreta mediante metáforas que reconcilian el lenguaje consagrado con el profano; la delicada intensidad del discurso amoroso con las súbitas revelaciones de un entorno que naufraga y se transforma. De este modo, mientras la mujer despliega un cuerpo sensual, abierto y receptivo, en el que conviven el artificio y la naturaleza, la tierra enfrenta terremotos, el mar se desnuda en la marea y la voz lírica, en el centro de sus conmociones, proclama que “nada nos pertenece si no es la Maravilla”.


De esta constante condición de sorpresa surge una continua identificación con la ebriedad, que asume distintos significados: como estado de exploración sensorial o como catalizador de la creación poética, se traduce en una “euforia encendida de percibirlo todo”. Ésta, a su vez, se prolonga en otros personajes que comparten, en distintas manifestaciones, el impulso bárdico y genésico del poeta. De esta manera, Rubén Darío, William Butler Yeats, Thelonious Monk, John Lennon, Syd Barret y Jossie Bliss, entre otros, se unen en un canto por el mismo anhelo de experimentación y de vida.

En última instancia, Calíope baila con el poeta ebrio abreva en una naciente tradición de literatura que, por una parte, confirma sus basamentos clásicos; por otro lado, sondea en la posibilidades del lenguaje desde una perspectiva abierta y sugerente, tendiente a jugar con los sentidos directos, los juegos de palabras y su disposición en la página en blanco. Sin duda, estas características lo convierten en una lectura digna de varias revisiones, para aprehender completamente su aura de apasionada vitalidad.

Carlos Ramírez Vuelvas, Calíope baila con el poeta ebrio, Instituto Mexiquense de Cultura (El Corazón y los Confines / Biblioteca Mexiquense del Bicentenario), Toluca, 2009, 62 pp.

sábado, 19 de marzo de 2011

Del catálogo de Tierra Adentro



423. Full Zone (Ensayo)Carlos Ramírez Vuelvas2010, 110 pp.
En los ocho ensayos que conforman Full Zone, Carlos Ramírez Vuelvas se ha propuesto mirar el mundo no desde un punto de vista en particular, sino desde cualquier óptica que prometa dar un sentido a aquello que le rodea. Por ello, no es raro que los temas más disímiles tengan cabida en este libro: el vino y la poesía, Ryan Murphy y Nip/Tuck, el cine, la televisión, James Ellroy, Obama, Michael Jackson, Wall-E y un largo etcétera, pues al final es la mirada del autor la que cohesiona lo aparentemente lejano y la que cumple con la consigna mayor del género ensayístico: funcionar como un disparador de ideas para que el lector saque sus conclusiones.