jueves, 25 de marzo de 2010

Pasado calendario

pasan sobre el día dos mil ninfetas
que antes pacieron dulces en los bordes de la cama

pasa tu cafetera y un rencor angustiado
que renueva su infancia al mediodía

el rumor consuetudinario de la prensa
y su tinta de aguamala en las yemas

el sol con sus abriles y el limonero fresco
de la infancia aquella imagen que nunca revelamos
dolientes de la mirada triste de la abuela

la tabla que es la mesa donde el amor tiembla de frío
porque quiere té y galletas nuevas

pasa el tendedero de la ropa vieja
y su ilusión raída de ver al Teatro Nacional

un equinoccio en mis esternón y la vulva
ciega de su voluntad de madrugada

sólo falta que pase este poema
este infinito abrazo que abrase la ternura
y se desborde como rosa repartida de belleza.

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