domingo, 9 de enero de 2011

Blue monday/ 18 de enero de 2010


Cantan pájaros ligeros su amanecer nocturno.
La lluvia
se asienta en su breve tristura, se extiende
en tazas de café y en tabaquerías.

También mis pétalos caerían al vacío
si en esos edificios aún la lumbre fuera flores.

Pareciera que ya nadie cree
en un tronco calado
por el resoplar de un Dios
entristecido o alegre, por las variaciones del relámpago.

Pero vislúmbrala volver en su ternura.
Mírala saciar el frío
de una mañana y niebla,
aunque el diario diga que seguirá la lluvia.

No hay comentarios: