jueves, 25 de marzo de 2010

Pasado calendario

pasan sobre el día dos mil ninfetas
que antes pacieron dulces en los bordes de la cama

pasa tu cafetera y un rencor angustiado
que renueva su infancia al mediodía

el rumor consuetudinario de la prensa
y su tinta de aguamala en las yemas

el sol con sus abriles y el limonero fresco
de la infancia aquella imagen que nunca revelamos
dolientes de la mirada triste de la abuela

la tabla que es la mesa donde el amor tiembla de frío
porque quiere té y galletas nuevas

pasa el tendedero de la ropa vieja
y su ilusión raída de ver al Teatro Nacional

un equinoccio en mis esternón y la vulva
ciega de su voluntad de madrugada

sólo falta que pase este poema
este infinito abrazo que abrase la ternura
y se desborde como rosa repartida de belleza.

martes, 16 de marzo de 2010

Con la poesía hasta las últimas consecuencias

Para Rogelio Villegas

A mis compañeros, a mis alumnos, a mis amigos y a mis profesores les parece ridículo: yo digo que los diseños de las autopistas modernas de Los Angeles aparecen en los poemas de Charles Baudelaire. Lo sé porque me lo dice al oído cada uno de sus poemas, sus ensayos y sus lectores. Lo sé porque Baudelaire fue el primero en leer seriamente al espíritu norteamericano más moderno, otro poeta, Edgar Allan Poe, padre de la semiótica. Francamente, no creo que Walter Benjamin se equivocara, francamente confío en Marshall Berman más que en cualquier manual de filología reciente.

Eso me permite observar cómo la poesía lo ha fundado todo. Me encanta el escepticismo crítico y apasionado de Heidegger cuando dice que la relación de la poesía con la sociedad es a través de “los residuos oscuros del lenguaje”. Es todo lo cuestionable que se quiera, pero su fe racionalista también pone las cosas en orden. ¿Para qué poetas?, para que el mundo mantenga sentido. ¿Y en un tiempo sin sentido?, para entender el sin sentido del tiempo. Sobre las aguas oscuras del vacío, estaba el hálito del lenguaje vivo. También lo ha dicho Hans George Gadamer, que añade un rumbo culturalista: la obra de arte es la esencia de la realidad.

Más: el único lenguaje verdaderamente comunicable es el lenguaje estético. No impone un mensaje, ni la intención del emisor: se planta frente el destinatario, y le permite construir el sentido. Su sentido. El sentido permanece, claro, pero no es necesario que ambos ámbitos tengan el mismo nivel. Cuando un poeta habla del amor, el lector entiende que se habla del amor, aunque el lector moldea el poema de acuerdo a su concepción del amor, y no a la que el autor le quiso imponer. Eso es maravilloso. Incluso, la poesía visual rompe con otra barrera, el idioma. La poesía va más allá del lenguaje y del idioma. Más allá de la comunicación, aunque por ahora sea la única palabra que tenemos: la comunión.

Maleable, flexible, mutable, verdadero. Así el hombre. Sobre las palabras de Jaime Sabines, de Jorge Manrique, entiendo la imposibilidad de la muerte, y todas las formas de culto que hemos erigido para tratar de entenderla, mientras los paralelísiticos de los Corintios me señalan que el amor es el acto de fe más grande. Qué gran poeta San Pablo que fundamentó las leyes del catolicismo, y quién podría negar la enorme influencia de estas tablas mesiánicas sobre el mundo.

La disolución del tiempo y el espacio se anticipa en las imágenes paralelas que construyó Guilleaume Apollinar, mientras en su cabeza se escuchaba el estruendo de las bombas asolando París, y en su bolsillo conservaba una fotografía de Lou. Había que decirlo todo al mismo tiempo, porque así somos: queremos sentirlo todo al mismo tiempo. Ahora el mundo también ha destrozado las viejas leyes del tiempo, y el espacio es cada vez una falacia mayor que no encuentra sentido en sus fronteras políticas (endebles, endebles, endebles) o en sus construcciones geográficas, potenciadas.

Quienes han querido fetichizar a la literatura, no han entendido de qué se trata todo esto. El texto no es una generación espontánea. Qué va. El texto es un diálogo abierto. La poesía es el lenguaje de los dioses, pero también es el estribillo que se canta mientras se lavan los platos. La poesía carece de procesos: es ella misma. Los grandes relatos de la economía, de la sociedad, de la estadística, de la cinematografía, de la música, tienen su origen en el milagro de algunos versos. Las grandes autopistas con sus luces de neón encendidas, están en los poemas de Charles Baudelaire.

domingo, 14 de marzo de 2010

En términos de hacer, me he concentrado en dos proyectos: 1. Un artículo sobre el asesinato de periodistas vinculado al narcotráfico en México; y, 2. Una posible construcción sociopoética de los escritores mexicanos en Madrid (1892-1936). En ese desorden. En otros términos, escribo poesía todos los días. Los fines de semana suelo divertirme. Pero francamente, le tengo un terror terrible al inicio de semana. Todo indica que, otra vez, debo dedicarme a hacer: levantarme, escribir los textos, bajar cien escalones, subirlos nuevamente, escribir los textos...

jueves, 4 de marzo de 2010

Visiten Koult


Los amigos de Koult colgaron a su página un texto de su servilleta sobre James Ellroy. Visiten la página, está genial. Y chequen el texto a ver qué les parece.